lunes, 13 de enero de 2014

Es obvio que tengas miedo de escuchar algo que destruya todas tus ilusiones.

Muchas veces no nos atrevemos a preguntar porque tenemos miedo de escuchar algo que no queremos, que nos haga desepcionar o que nos haga darnos cuenta de que algo que queriamos no va a poder realizarse.
Nos reducimos al simple hecho de no preguntar, por miedo a que la respuesta no sea la que estamos buscando.
Sabemos que esa pregunta puede ser el motivo de que muchas cosas cambien. 
Pero hay veces que perdemos grandes oportunidades si no lo hacemos.
Y solo por miedo.
Hay que aprender a arriesgarse.
Por que el no ya lo tenemos.
¿Que pasaria si en ese silencio se esconde una gran respuesta?

No hay comentarios:

Publicar un comentario